Un joven agita una bandera en una marcha contra la política de inmigración de Trump Credit: AP Photo/Charles Rex Arbogast

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Desde enero, cuando el Presidente Trump firmó dos nuevos órdenes ejecutivos sobre la inmigración, se han reportado múltiples y nuevas redadas del Immigration and Customs Enforcement (ICE). También se han observado deportaciones inesperadas de migrantes indocumentados por todo el país. Estos acontecidos han producido mucho miedo entre comunidades de inmigrantes, a veces empeorado por estafas y información incorrecta.

¿Qué se debe conocer de las nuevas políticas de inmigración y el proceso de deportación?

Entrando al país sin la documentación apropiada (es decir, sin pasar por un control) o excediendo el tiempo de una visa no es un acto criminal pero solo una infracción civil de la ley federal. El porcentaje creciente de personas indocumentadas son los que han excedido el plazo de sus visas y no los que han cruzado la frontera sin autorización. De los 11 millones de inmigrantes indocumentados en los EE.UU. aproximadamente 500,000 de ellos viven en Illinois, y la gran parte de ellos en los alrededores de Chicago.

La deportación al país de origen de un inmigrante es un proceso legal que dura, en la mayoría de los casos, meses y hasta años. El Department of Homeland Security maneja las deportaciones, lo cual significa que uno puede ser detenido por oficiales del Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de EE.UU. (CBP, por sus siglas en inglés) o El Servicio de Control de Inmigración y Aduanas de los EE.UU. (ICE, por sus siglas en inglés). Debido a que Illinois está a más de 100 millas de ambas fronteras, es más probable encontrarse con agentes del ICE que los del CBP.

Siendo detenido por un oficial de inmigración no implica que uno será deportado inmediatamente. Si no existe una orden de deportación emitido por un juez, es probable que tiene uno el derecho a una audiencia en donde tendrá la oportunidad para presentar su caso. Personas con convicciones por felonías serias podrán ser deportados por ICE sin una audiencia en un procesado expeditado. El nuevo orden ejecutivo del Presidente Trump también ha abierto la posibilidad de deportaciones expeditas para inmigrantes que no pueden comprobar que han estado en el país por más de dos años.

Las primeras horas y días después de ser detenido pueden ser muy confusas. Los abogados de inmigración sugieren que personas indocumentadas tengan un plan en lugar con sus familias y comunidades.

La abogada Mony Ruiz Velasco del Proyecto de Acción de los Suburbios del Oeste, un grupo dedicado a proveer asesoramiento legal a inmigrantes indocumentados, explica que al momento de detener una persona, agentes del ICE inmediatamente toman en custodia sus celulares. Al llegar a uno de los dos centros de procesamiento (101 W. Congress o el Kankakee County Detention center), el ICE permitirá a los detenidos una llamada telefónica. A veces, el ICE puede detener a una persona hasta por 48 horas mientras determinan si están sujetos a deportación. Apenas alguien mayor de 18 años es procesado, su nombre será registrado en el base de datos del ICE, junto con información sobre donde están siendo detenidos.

Después de ser procesados, adultos detenidos en Illinois son trasladados del centro de procesamiento a uno de siete cárceles de condado en donde se reciben los detenidos por el ICE: al Kankakee, McHenry, o Pulaski cárceles del condado. En Wisconsin al Kenosha o Dodge cárceles del condado. En Indiana al Clay Cárcel del Condado. Y en Kentucky a Boone Cárcel del Condado. En todas estas facilidades, los detenidos por ICE se encuentran en áreas separadas de la población general de arrestados por delitos criminales. En el 2012, el Cárcel del Condado de Pulaski(también conocido como el Centro de Detención de Tri-County) fue nombrado uno de los diez peores centros de detención de inmigrantes en el país por el Detention Watch Network. Actualmente, las cárceles en Illinois que usa ICE tienen capacidad por solo 1,400 detenidos. Es posible que el ICE busque o construir nuevas cárceles para aumentar su capacidad.

Los inmigrantes menores de 18 años detenidos por ICE no son trasladados a cárceles de condado. Actualmente, aproximadamente 500 niños que llegaron sin acompañamiento a los EE.UU. están detenidos en refugios dentro de Illinois operados por agencias como Heartland Alliance y supervisados por el Oficina de reasentamiento de refugiados de los EE.UU.. Los hijos de padres detenidos por ICE pueden ser trasladados a familiares mientras proceden los casos de sus padres.

Existen fianzas para los inmigrantes detenidos, pero los montos (que varían entre $2,500-$25,000) tienen que ser pagados por completo para que el detenido sea librado. El monto de la fianza será fijada durante procesamiento y pueden ser modificados en una audiencia inicial ante el tribunal de inmigración. Puede tardar más de un mes para que un inmigrante detenido llega a la primera de varias audiencias para la deportación, localizadas en la tribunales de inmigración en 525 W. Van Buren.

Hay solamente nueve jueces encargados de manejar más de 10,000 casos de deportación de Illinois generados en Chicago, de Illinois, Wisconsin, Indiana, y Kentucky. Los casos de deportación contra personas que no están detenidos por ICE proceden de manera muy lenta. Los detenidos que no estan en ICE, pueden pasar años después de la primera audiencia con el tribunal de inmigración para que tome lugar la segunda o tercera audiencia.

Todas las personas que están sujetos a la deportación tienen derecho a un abogado. El gobierno federal no provee fondos para este propósito. Algunos grupos como el Proyecto de Acción de los Suburbios del Oeste y el Centro Nacional de Justicia para Inmigrantes proveen asesoramiento legal de bajo costo o sin costo.

Los casos en donde un detenido apela un procedimiento de deportación exitosamente son raros. Sin embargo, es imposible ganar el proceso de apelación si uno renuncia su derecho a una audiencia con un juez. Ruiz Velasco del Proyecto de Acción de los Suburbios del Oeste dice que los agentes del ICE frecuentemente tratan de hacer que los inmigrantes detenidos firmen documentos renunciando sus derechos a un proceso de apelación ante el tribunal de inmigración sin explicar lo que están haciendo o prometiendo que se puede llevar a cabo el proceso de apelación desde su país de origen. Apenas firmados, ICE entrega las renuncias a jueces de inmigración que emiten órdenes de deportación. Ruiz Velasco comenta que existen muchos casos de personas que han renunciar su derecho a apelar su deportación o que han sido ordenados a abandonar el país.

Cada año, los tribunales de inmigración emiten decenas o hasta cientas de miles de órdenes de deportación (“final removal”). Las personas que han renunciado su derecho a una apelación o a quienes se les aplicó un orden de deportación automáticamente a veces no saben que han sido ordenados a abandonar el país, pero solo que han perdido sus casos de deportación o cualquier proceso de apelación subsecuente. Se puede obtener información sobre casos migratorios y si alguien tiene un orden de deportación activo llamando al La Oficina Ejecutiva de Revisión de Casos de Inmigración.

Entre 10-20 por ciento las personas ordenadas a abandonar el país están permitidos a voluntariamente organizar su salida. La gran mayoría de las órdenes de deportación son ejecutadas por el ICE. Independiente del país del inmigrante en cuestión, el ICE empieza el proceso de deportación llevándolo a un centro regional. Apenas se verifica su país de origen y se confirma que estos países acuerdan a recibir a los inmigrantes detenidos, son trasladados allá en autobús o por vuelos fletados. Este proceso puede durar más de un mes para completarse.

En el gobierno de Obama, más de 90 por ciento de las personas deportadas del interior del país (localizados más de 100 millas de una frontera) era personas previamente condenados por un crimen. En el 2014, el ICE fue mandado a priorizar la deportación de inmigrantes indocumentados involucrados o sospechados de tener involucración con espionaje o terrorismo, previamente condenados por ser miembros de pandillas, personas detenidas cruzando la frontera, y personas condenadas por infracciones o felonías violentas.

La nueva orden ejecutiva del Presidente Trump incluye en la categoría de prioridad a los que simplemente han sido condenados por cualquier crimen, incluyendo ofensas menores. También se incluye personas que han sido acusados de cualquier crimen y personas que no han sido acusados pero que “han cometido actos que constituyen un acto criminal” o que son “considerados un riesgo a la seguridad pública o a la seguridad nacional por un oficial de inmigración.”

Los expertos de la inmigración dicen que estos órdenes son vago y dejan demasiado a la discreción de oficiales del ICE.

“El lenguaje es muy problemático,” dice Ruiz Velasco. “Quienes determinarían lo que viene a ser un acto que constituye un acto criminal? ¿Qué es un acto que constituye un acto criminal? Los agentes de inmigración no están en una posición para ser fiscales ni jueces.”

Las órdenes ejecutivas de Trump han resultado en un aumento de la actividad de ICE por todo el país y en Chicago. El ICE reportó que durante el mes pasado se llevó a cabo 700 detenciones por todo el país, más de 200 en el medio oeste y 50 en Chicago.

“Las redadas que estamos observando han sido dirigidas a casas particulares,” explica Ruiz Velasco. “Ejecutan lo que llaman detenciones colaterales: le piden documentación a todos los que se encuentran en la casa.”

Por esta razón, dice Ruiz Velasco, es más importante que nunca que las personas sepan sus derechos y que no permiten agentes de inmigración que entren a sus casas si no pueden mostrar un orden firmado y fechado por un juez que identifica la dirección y nombre de la persona que el ICE está buscando. En 20 años de práctica como abogada de inmigración, Ruiz Velasco dice que solamente ha sabido de pocos casos en donde los agentes de ICE tenían órdenes para las casas que han sido redadas.

Generalmente, dice Ruiz Velasco, los agentes del ICE llegan en carros sin signos or marcas particulares y con chalecos antibalas que dicen “POLICE.” Su identificación como agentes de ICE puede aparecer en letras chicas en el trasero de los uniformes. Los agentes normalmente no se identifican como parte del ICE, dice Ruiz Velasco, entonces las personas abren la puerta asumiendo que son la policía local. Los derechos Miranda no aplican en detenciones de inmigración y los agentes de inmigración pueden usar cualquier dicho dirigido hacia ellos en un procedimiento.

La mayoría de los inmigrantes indocumentados que terminan bajo la detención del ICE son encontrados mediante los órganos penales de gobiernos locales. Aunque el Oficina del Sheriff del condado de Cook, operador de la cárcel local, Cárcel del Condado de Cook, no coopera activamente con el ICE, agentes del ICE pueden revisar la lista de detenidos en el Cárcel del Condado de Cook verificar con sus propias listas quienes tienen orden de deportación y entrevistar a los detenidos. La policía local de Chicago puede cooperar con el ICE a pesar del la ley de Bienvenidos de la Ciudad.

Las personas bajo detención por la policía local no están obligadas a hablar a agentes del ICE ni relatar información sobre su estatus migratorio. Ruiz Velasco dice que aunque en la cárcel, los inmigrantes deberían saber con quienes están hablando y no revelar ninguna información más allá de su nombre y fecha de nacimiento.

Hay abogados esperando potenciales órdenes que podrían permitir que agentes de inmigración en el interior del país ejecuten deportaciones expeditas de personas designadas como “recién llegados” o residentes en el país por menos de dos años, sin audiencia judicial y totalmente a la discreción del El Departamento de Seguridad Nacional de los EE.UU.

A pesar de las nuevas realidades de la nueva aplicación de las leyes de inmigración por parte del Presidente Trump, Ruiz Velasco dice que comunidades de inmigrantes pueden defenderse conociendo sus derechos, obteniendo asesoramiento legal, y desarrollo planes de emergencia con sus familias.

“No queremos que la gente tenga miedo,” dice ella. “Queremos que la gente cuenten con sistemas de protección locales.”

Traducido al español por Felipe Cole y Alex V. Hernandez.